El Fushimishiro (伏見城), situado en el Distrito de Fushimi, es una perla de Kyoto que vale la pena visitar. Para acceder allí, lo puedes hacer en carro, en tren, o caminando  (Está a 15 minutos  a pié, desde la Estación de Momoyama por el JR Nara Line). De cualquier manera, mientras vas adentrándote, te alejas de todo: de la gente, de las grandes avenidas, de los edificios. Y al hacerlo, lo primero que empiezas a ver  es un gran bosque que te da la bienvenida, gracias a que se empiezan a asomar una gran cantidad de árboles que, de acuerdo a la estación, te permitirán observar los sakuras （primavera）o los momiji　(otoño), además de otras clases de flores que existen allí también.  Tales árboles no solamente son imponentes, sino que hablan en su propio idioma, ya que al verlos parece que te relataran todos los eventos de los cuales son testigos. Por ejemplo,  la reconstrucción del castillo original (fundado originalmente  por Todotomi Hideyoshi en 1594, y afectado seriamente en 1596 por un terremoto, y años después desmantelado en 1623)) fue hecha en 1964, y sobre el cual quisiera hacer una breve pero sincera introducción.

Cuando entras la primera impresión es un castillo imponente, no solamente por su altura, sino por la manera en que fue construido, ya que revive la historia, en particular, el de la Era Edo,  tiempo durante el cual fue construido este castillo. Su figura es fascinante. En la parte baja hay una base de piedra de unos 4 metros aproximadamente, organizada perfectamente para sostener la estructura general del castillo. La figura exterior está dentro de los estándares de los castillo japoneses.  Aunque, en general, no se puede acceder a la parte interior, se puede averiguar sobre una fecha especial en el mes de  noviembre cuando el castillo está abierto para apreciarlo internamente.

Por otro lado, no se puede dejar de lado, el vestido de gala que adorna los alrededores del castillo de Momoyama. Es una jardín tan hermoso y atrayente que no se puede más que dejar que hable el silencio. Solamente el hecho de haber entrado te maravilla por la mezcla multicolor de las varias clases de árboles que están plantadas en los alrededores. Hay de varias clases, no solamente los puedes reconocer por los colores de las flores, sino por las texturas de sus tallos que al acercarse permiten reconocer la clase de árbol que estás observando (por ejemplo, los tallos del árbol de sakura tienen unas rayas horizontales que lo hacen identificarlo fácilmente).

De esta manera se puede pasar un rato agradable, si lo que deseas es descansar y tomarte un tiempo un fin de semana. O si deseas pasear con tu pareja o con tu familia.  Además, si lo que quieres es poder tener la oportunidad de leer un libro con la quietud que necesitas: este es un excelente sitio.